En el marco del proyecto Ecocirplas, proyecto liderado por el sector agroalimentario en Navarra de referencia con UAGN, como coordinador y UCAN, Grupo AN, ITER Investigación y Solteco como socios, se están llevando a cabo, durante estas semanas, distintas pruebas de pretratamiento del residuo de plástico antes de su reciclado y valorización. De esta forma el 12 de abril y el 7 de junio en el Centro de Tratamiento de Residuos del Culebrete en Tudela se han realizado ensayos de pretratamiento con cerca de 7.000 kilogramos de residuo plástico de uso agrario procedente del cultivo de pimiento.
Se trata de un pretratamiento completo, en el cual el residuo plástico recogido directamente de campo y mezclado con tierra pasa por tres trómeles; en primer lugar, por uno con un filtro de 150 mm, posteriormente otro de 80 mm y por último otro de 14 mm. En este proceso se calcula cuánto plástico se puede disgregar en cada trómel, del total de residuo trasladado al Centro de Tratamiento.
Por tanto, de esta manera se puede calcular el peso del plástico que se puede utilizar para valorizar y el plástico mezclado con tierra que necesita un tratamiento posterior, para que pueda ser utilizado por Solteco, empresa que forma parte del proyecto y que realizará los ensayos de la valorización del residuo. “Los datos obtenidos con estas pruebas piloto son muy interesantes porque nos van a dar porcentajes de residuo plástico que es reutilizable por Solteco y con esto obtendremos una valoración económica. El objetivo final es establecer un sistema de reciclado de residuo de plástico de la actividad agraria medioambientalmente responsable y sostenible económicamente en Navarra, que permita obtener nuevos productos reciclados y reciclables (economía circular) que puedan ser reutilizados 100% en el propio sector”, detallan los socios del proyecto.
Proceso completo al detalle
En el Centro de Tratamiento de Residuos del Culebrete de Tudela se recogió el residuo plástico procedente de diferentes cultivos hortícolas (pimiento y espárrago). Se trata de un plástico usado como acolchado mezclado con algunos tubos de riego de goteo que se pasan por una sucesión de máquinas de pretratamiento, cuyo objetivo es disgregar y desmenuzar el residuo para hacerlo utilizable en un proceso posterior de valorización.
Existen varios procesos: después de pasar el residuo plástico agrario por el molino desgarrador, en primer lugar, las “bolas” del residuo plástico pasan por una cinta transportadora hasta un trómel, que hace la primera separación con una criba de 150 mm de diámetro, lo que sea mayor de tamaño no pasará por la criba y seguiría hacia el final de línea, en cambio todo lo que pase por la criba de 150 llegaría al siguiente trómel de 80 mm que a su vez lo separa en dos partes perfectamente diferenciadas.
- Material flotante que no pasa por la criba de 80 mm, de acuerdo con la revisión realizada es la parte del residuo mejor clasificado con muy pocos impropios.
- Material que cae por la criba de 80 mm, contiene mucha tierra y piedras, imposible de reciclar en este estado.
La materia más pequeña, formada por trozos de plástico y tierra, se traslada a un contenedor; y los trozos de plástico más grandes, ya liberados de los impropios, van a otro contenedor.
A continuación, el plástico más pequeño, mezclado con tierra va a otro trómel (afino) donde se repite la misma operación, pero separando la materia de un tamaño mayor de 14 mm de la menor, y separando así el plástico de mayor calidad, de nuevo.
Este último proceso, deja un % de plástico mezclado con tierra que es preciso analizar para determinar la viabilidad técnico-económica de su separación.
En las próximas semanas se realizarán pruebas piloto con los 25.000 kg de plástico acolchado procedente del cultivo del espárrago y en el último semestre del año, se publicarán y difundirán a través de una jornada, los resultados de dichas pruebas piloto.